Cuando por fin has conseguido la llamada esperada, confirmando que tienes una entrevista de trabajo, tienes que ir a celebrarlo. Pero después, no te olvides, no te creas que con aprenderte tu CV vas a deslumbrar a la persona que te entreviste

Después de mucho investigar en Serbyte IT hemos hecho una lista de las cosas que se pueden y no se pueden decir en una entrevista de trabajo para que sea exitosa.

Te aseguro que con una frase te cargas de lleno la entrevista. La persona que tienes delante no te conoce. Y tienes un rato para, sin mentir, mostrar aquello que conecte con ellos.

En primer lugar, ¿Qué no puedes decir o preguntar en una entrevista de trabajo?

  1. No mientas.

Eso es muy feo, me decía mi abuela. Y es verdad. Cuando intentas conseguir un trabajo, la entrevista es la oportunidad que tienes para brillar. Las mentiras hacen que parezcas algo que en realidad no eres. Y si una persona cree algo de lo que has dicho en una entrevista y te contrata, quiere ver eso todos los días. Si no eres en realidad así o no tienes eso que has dicho que tienes, se te va a ver el plumero. Y ahí, pierdes toda tu credibilidad. Es algo difícil de recuperar.

Tenlo en cuenta en una entrevista porque consigues mucho más con la verdad, siendo honesto y argumentando desde tu naturalidad.

  • No hables mal de jefes o anteriores trabajos.

Si mentir es feo, hablar mal de alguien o de tu trabajo, ni te cuento. Mi abuela decía que eso era de cotillas, y ¿quién quiere a un cotilla en su equipo? Al final, tienes que empatizar, y ahí tendrás mucho recorrido hecho.

Decir que tu jefe era malo, que no era competente, que no te trataba justamente o que era un inútil no es una buena carta para jugar. Puedes tener razón en que esa persona no era el mejor líder con el que te has topado pero, y ahora te cuento el gran secreto: la persona de Recursos Humanos que te está haciendo la entrevista, lo sabe. Es decir, ¿quién no ha tenido que lidiar con jefe de los que dan ganas de tirar a la basura? ¿Crees que te beneficiará contarlo? No. Lo que se verá es tu poca discreción. Es difícil no extrapolar esa característica al hecho de imaginarse qué harías dentro de la organización.

Y eso va también asociado a hablar mal de compañeros, empresas, etc. Siempre puedes decir las cosas de maneras que queden implícitas y darle una vuelta positiva. Ese mensaje sí que es aportar valor.

  • No digas que no tienes defectos o que ahora mismo no recuerdas ninguno.

Si no tienes ningún defecto, malo. Si no lo recuerdas, peor. No puedes presentarte a una entrevista de trabajo, sin haber hecho los deberes. Como ya he dicho, no se trata de memorizar tu CV. En una entrevista tienes la oportunidad de que te conozcan, y para eso debes conocerte tú primero.

Haz un ejercicio muy bueno para tener respuesta a esa dichosa pregunta: elabora una lista en casa, tranquilo y donde puedas concretar qué cosas mejorarías de ti, pero no solo las nombres. Debes asociarlas a experiencias, a momentos en los que además puedas acompañarlas de aprendizajes. Si no te sale nada, pregunta a tu familia y amigos, te aseguro que te aportarán mucha información. Estás diciendo la verdad, nombrando algún defecto y además estás viendo una oportunidad de mejora. Ahí es donde eres tú y donde ganas mucho más. Además, si comentas qué y cómo tratas de mejorar ese defecto todo será puntos a tu favor.

  • No hables de algo que no sepas de verdad.

Si vas a contestar sobre cualquier cosa, con un “si” sin tener previsto que, tras tu respuesta, puede venir un “detállalo con un ejemplo” y ese “si” debiera ser un “no mucho”, ve preguntando dónde está la salida. Al final, como ves, se trata todo el rato de ser coherente. No vas a lucirte por hacer ver que sabes algo. Lo harás cuando lo demuestres.

Muchas veces, los candidatos creen saber lo que la persona que le está haciendo la entrevista de trabajo, quiere oír. Pero te aseguro que se obtiene mucha información de respuestas monosilábicas y sin más argumentos. Asegúrate de decir la verdad en primer lugar, y después ten ejemplos, detalles que verifican lo que acabas de decir.

En especial en el mundo IT todo lo que no sepas se verá reflejado antes o después, es mejor ser sincero y reconocer que no sabes algo a decir que sí y quedar de mentiroso.

  • No preguntes qué tal lo has hecho.

Cuando acabe la entrevista de trabajo, nunca preguntes “¿qué tal he estado?”, “¿cómo lo he hecho?”, “¿hay muchos candidatos más?”, “¿tengo posibilidades?”.

Piensa que la entrevista no acaba hasta que te has ido de allí. Todo lo que digas o hagas forma parte de ella, incluso tu llegada y tu despedida. No subestimes ese momento porque la persona que tienes delante recibe información de todo. Ese tipo de preguntas le harán cuestionarse todo lo que hayas podido decir antes.

Muestran inseguridad y cierta debilidad. Puedes estar nervioso, pero no puedes poner al entrevistador en una posición de igual a ti para que te ayude. Los nervios están implícitos, pero debes gestionarlos y esas preguntas, te van a desarmar.

Después de conocer que NO hay que decir en una entrevista de trabajo te voy a resumir que SÍ puedes decir para destacar en una entrevista:

  1. Cuéntale por qué quieres trabajar o cambiar de trabajo.

Una de las preguntas más importantes que tu entrevistador querrá conocer es qué te motiva a iniciarte en el mundo laboral o, si es el caso, a cambiar de trabajo. De ahí la importancia de tener bien claro qué es lo que quieres para tu futuro profesional y en qué áreas deseas especializarte.

Aprovecha esta oportunidad para contarle las ganas que tienes de aplicar todo lo que has aprendido y de cuánto te gustaría comprobar con tus propios ojos cómo tus conocimientos y habilidades sirven para mejorar los procesos o resultados de la empresa.

  • Explica cómo has resuelto los problemas laborales que se te han presentado.

Es muy probable que te lo pregunten por situaciones laborales pasadas, por ello es importante que acudas preparado para hablar de esta destreza que es tan apreciada entre quienes buscan integrar colaboradores a su plantel.

Cuéntales de qué forma has logrado resolver un determinado problema y remarca tus fortalezas. Todos enfrentamos las situaciones de diferente manera, por eso conocerte bien y estudiar qué cualidades te han ayudado en trabajos anteriores, te permitirá saber qué resaltar acerca de ti sin que parezca mentira o exageración; recuerda que ser auténtico es algo que nunca debes dejar de lado.

No hace falta que sean situaciones exclusivamente laborales, si tu experiencia es corta, también puedes poner ejemplo de tu vida estudiantil o de algún problema privado que tuviste y cómo lo resolviste.

  • Dile qué puedes aportar a la empresa

No te centres únicamente en lo que te resulte atractivo de la empresa, apuesta por la estrategia inversa. Esto te llevará a decir qué es lo que tú tienes que puede beneficiar a la compañía y podrás demostrar por qué eres un candidato valioso para ellos.

Más que mostrarte como el empleado perfecto, se trata de demostrar que estás dispuesto a dar lo mejor de ti a la empresa y que tus valores se alinean con la cultura que ellos han construido o desean construir. Recuerda que tu actitud al transmitir estas ideas es fundamental, ya que la forma en que comunicas es tan importante como lo que dices.

Aunque tengas la mejor formación, si tu actitud no demuestra que seas la persona adecuada para el puesto, difícilmente seas tomado en cuenta. De ahí que los líderes cada día prioricen más las características como las “soft skills” y las habilidades para trabajar en equipo al momento de contratar a un colaborador.

  • SÉ TU MISMO.

Sí, en mayúsculas, pues no hay nada más importante en una entrevista de trabajo que mostrarte tal y como eres, más allá de lo que digas.

Todos somos diferentes y eso es lo que una empresa busca en la actualidad. No creas que, porque te sobra algo o te falta algo, no serás un candidato elegible, es todo lo contrario. Lo que tú tienes formará parte del equilibrio que tan necesario es en un equipo de trabajo y si aún no cuentas con algunas habilidades, ¡demuestra que tienes ganas de desarrollarlas! Y tú, ¿QUÉ CREES QUE DEBERÍA HACERSE EN LAS ENTREVISTAS?

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