El pasado martes día 8 de marzo celebramos el día internacional de la mujer. ¿Y por qué se celebra este día y no cualquier otro día? Esto es debido a que el 8 de marzo de 1908 ocurrió un suceso que marco la historia del trabajo y de la lucha sindical del mundo entero, ya que 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Estados Unidos, después de declararse en huelga con permanencia en su puesto de trabajo. Estas mujeres reclamaban los mismos derechos que sus compañeros varones.

Hoy en día hay mujeres que siguen encontrándose en inferioridad de oportunidades laborales, como el denominado techo de cristal, salarios inferiores, etc.

La lucha de las mujeres por ingresar al mercado laboral ha tenido efectos positivos en sus vidas, pues les ha permitido, en algunos casos, mejorar su estatus social, respecto a sus roles productivo y reproductivo. Sin embargo, este mercado también ha obstaculizado el escalonamiento femenino, ya que ha limitado el acceso de las mujeres a cargos directivos, estratégicos o de decisión, como si hubiese una barrera invisible conocida como efecto techo de cristal.

Los principales hallazgos sugieren que la discriminación ocupacional y salarial hacia las mujeres es causada por prejuicios sociales determinados por la división sexual del trabajo, puesto que el nivel educativo y la experiencia laboral no son las que causan el estancamiento de las mujeres, lo que indica que los mercados están funcionando sin equidad.

Las españolas cobran de media un 23% menos que sus compañeros varones y su presencia en los puestos de poder, tanto en el ámbito privado como el público, sigue siendo residual. Las mujeres dedican más del doble de horas que los hombres al trabajo no remunerado -que suele ser el doméstico- cuando trabajan a media jornada, y casi el doble cuando trabajan a jornada completa.

Como demuestran estudios recientes (del Observatorio de la Mujer Empresa y Economía, del centro de estudios de economía aplicada (FEDEA), de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), etc.), las mujeres tienen más formación, pero sufren más el desempleo.

Con las últimas normativas aprobadas, una de las principales preocupaciones ha sido evitar la discriminación laboral por razón de género. En España, los datos laborales reflejan que la discriminación laboral por ser mujer continúa siendo un grave problema. En la legislación también se contemplan otras medidas. Así, es obligatorio que las empresas con más de 50 empleados cuenten con un registro de las retribuciones de sus trabajadores con el fin de evitar que, para un mismo puesto, unos empleados cobren más o menos que otros sólo por el hecho de ser hombres o mujeres. Las compañías que no cuenten con un plan de igualdad, estando obligadas a ello, incurrirán en una falta muy grave y con multas de cuantías elevadas.

Desde Serbyte servicios IT estamos concienciados en la lucha contra la desigualdad laboral y el techo de cristal, nuestro equipo de recursos humanos está compuesto en su mayoría por mujeres, en el campo de técnicos informáticos la gran mayoría son hombres, pero seguimos trabajando para que haya igualdad de oportunidades para acceder a los puestos ofertados. Es importante recalcar que en las entrevistas descartamos o seguimos adelante con cada candidato dependiendo de sus conocimientos y su experiencia, en ningún caso de su género.

Dentro de nuestra empresa tenemos un ambiente de trabajo equitativo, ofrecemos las mismas capacidades y oportunidades tanto a hombres como mujeres. Somos una empresa socialmente responsable y promovemos una cultura de inclusión laboral.

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