La inseguridad es un sentimiento que también surge en muchos trabajadores independientemente de su experiencia. Pero ¿a qué se debe esto?
El Síndrome del Impostor es un fenómeno psicológico que afecta a los empleados en mayor porcentaje del que imaginamos, estimándose que hasta más del 70% de los trabajadores han padecido este síndrome alguna vez. Está definido por el Centro de Asesoramiento del Instituto de Tecnología de California como “un conjunto de sentimientos de insuficiencia que persisten incluso ante la información que indica que se trata de todo lo contrario. Se experimenta internamente como una duda crónica de sentimientos de fraude intelectual. Básicamente, nos hace creer que no merecemos el empleo que tenemos, o que vamos a ser “cazados” en cualquier momento por nuestros superiores o compañeros.
Hay muchas formas de identificar todos aquellos pensamientos que conforman este síndrome:
- La justificación de la suerte. En muchas ocasiones estas personas tienden a relacionar sus méritos profesionales con simples golpes de suerte, pero nunca con el trabajo y el esfuerzo que han dedicado.
- El autosabotaje permanente, normalmente muy influenciado por la perpetuación el ciclo tóxico de perfeccionismo.
- Las comparaciones. Las comparaciones pueden crear sentimientos de envidia y de baja autoestima, incluso hasta de depresión. Utilizar a otra persona como referencia comparativa de ti mismo puede hacer que creas que hay algo en ti que falla.
Varios expertos, entre ellos la doctora Valerie Young, consideran que si que es más probable que ciertas personas sufran este síndrome antes que otras. Considera que estos son los 5 perfiles con mayor tendencia a padecerlo:
- Perfeccionista: Personas que se proponen metas demasiado altas y siempre piensan que lo podrían haber hecho mejor, aunque tengan éxito.
- Los perfiles “Superhumanos”: Estas personas creen que necesitan trabajar cada vez más, lo que puede acabar perjudicando su salud mental y su relación con los demás.
- Los “genios naturales”: Son quienes creen que todo debe salirle al primer intento y de forma fluida, frustrándose entonces cuando no es así.
- Individualistas: Prefieren hacerlo todo por su cuenta y sin pedir ayuda a los demás por temor a que se evidencien sus supuestas incapacidades.
- Expertos: Consideran que no han sido honestos y tienen miedo a que los descubran.
Si después de leer esto, consideras que puedes sufrir de este síndrome, o conoces a alguien que pudiera estar lidiando con esta situación, no te preocupes, por que existen ciertas pautas y hábitos que puedes empezar a adoptar en tu vida para poco a poco deshacerte de él.
Según los psicólogos, estos son los cambios que podemos introducir en nuestra vida para acabar con el Síndrome del Impostor:
- Distinguir la humildad del miedo. Si sabes en qué eres bueno y conoces tus límites no te someterás a exigencias demasiado altas y podrás tener una relación más sana con tu trabajo.
- Mejora tu autocrítica. Conocerte a ti mismo es fundamental para salir del círculo del síndrome del impostor. Si eres consciente de tus fortalezas y debilidades, entonces sabrás enfrentar mejor los retos y valorar tu trabajo para trabajar en aquellas áreas que realmente requieren tu atención.
- Se amable contigo mismo y trabaja en tu autoestima. La charla negativa con uno mismo es un mal hábito y puede influir fuertemente en nuestros niveles de estrés y ansiedad.
Cabe destacar, que si tú o alguien de tu entorno sufre del Síndrome del Impostor, y éste le impide llevar vida normal tanto en el entorno personal como en el profesional, lo mejor es que acuda a un especialista que le ayudará a poder superar todos los síntomas.