Un 20% de los trabajadores y hasta un 50% de los estudiantes acuden a la frese “ya lo haré más tarde” esto es la denominada procrastinación en el trabajo el mal habito o costumbre que tienen algunas personas de posponer ciertas actividades, tareas, ocupaciones y situaciones que deben atenderse con rapidez, reemplazándolas por otras con menos importancia, pero que le generan mayor agrado.
La procrastinación tiene su origen en el hecho de priorizar el placer frente al dolor. Aunque no solo consiste en eludir tareas para hacerlas más tarde, si no en que todo esto nos provoca estrés, una gran ansiedad y una sensación de fracaso debido a la inmediatez que requiere de golpe la tarea. Esta emoción es provocada por la mala gestión del tiempo y la culpabilidad de sentir que se podría haber realizado con más eficacia.
Las causas que pueden dar origen a procrastinar en el trabajo son:
- Actitud perezosa del trabajador en su puesto de trabajo.
- Evidente falta de autocontrol.
- Temor al fracaso.
- Malos hábitos laborales y de concentración desarrollados.
- Perfeccionismo exagerado.
- La percepción de que el trabajo no tiene mayor urgencia.
- Confusión con la tarea solicitada, y tener miedo a preguntar.
- Dialogo interno con negatividad.
- Miedo a los proyectos complejos y abrumadores.
- No coordinar el tiempo de las tareas y hacer varias a la vez.
El inhibidor central que conlleva a la procrastinación en el trabajo es la falta de claridad, para solucionar este problema podemos:
Crear objetivos: en el equipo o en el departamento, lo cual nos ayudara a asociar en el trabajo los objetivos del equipo, y comprobar el impacto que origina.
Aclarar las prioridades: las fechas de entrega pueden sufrir cambios a causa de que los proyectos tenga prioridades, cambio de necesidades, etc. Por ello es aconsejable saber cuales son los trabajos de mayor importancia para encontrarnos preparados en la gestión de prioridades.
Combatir el perfeccionismo: los procrastinadores suelen ser personas perfeccionistas ocultos, debemos de tener claro que la perfección es difícil, y al tener los objetivos definidos será más sencillo el logro de los objetivos laborales.
Dividir las tareas: las tareas y proyectos de gran cantidad podemos dividirlo en partes más pequeñas, podemos ayudarnos de alguna herramienta de gestión de proyectos para hacer seguimiento y poder organizar mejor el trabajo.
Establecer fechas de entrega: si no sabemos cuando tenemos que entregar un trabajo podemos tener la tentación de posponerlo, por ello tener las fechas de entrega claras nos ayudara a entender la prioridad del trabajo.
En Serbyte siempre dejamos claras nuestras prioridades para poder organizarnos poniendo fechas de entrega. También dividimos los proyectos en diferentes partes para que una única persona no se vea agobiada por ser el responsable de todos los aspectos de una iniciativa amplia. Es importante saber con claridad lo que nos piden porque esto nos ayudara a sentirnos más motivados.