El desarrollo del liderazgo emerge como un factor clave para impulsar la transformación en las organizaciones. Grupo P&A, consultora especializada en liderazgo y desarrollo directivo, ha identificado las principales tendencias en la formación de directivos y mandos intermedios. Las necesidades se concentran en mejorar habilidades como la comunicación efectiva, la generación de confianza, la toma de decisiones en entornos complejos y la colaboración para fomentar el trabajo en equipo.
Según la consultora, una de las competencias críticas es la comunicación de impacto, que se ha convertido en una habilidad transversal en todos los niveles y áreas de las organizaciones. Esta capacidad busca influir, inspirar, motivar, resolver conflictos y manejar conversaciones difíciles. De igual relevancia es la capacidad de generar confianza, elemento clave para promover el compromiso de los empleados, un factor decisivo para la rentabilidad empresarial.
La toma de decisiones es otra prioridad en la formación de líderes. Las empresas invierten en este ámbito para dotar a los directivos de competencias que les permitan gestionar la incertidumbre y la complejidad del entorno actual. “Las organizaciones reconocen la necesidad de transformarse y evolucionar para enfrentar los desafíos de un entorno cambiante y competitivo”, señala María Sáez, directora general de Grupo P&A.
La experiencia acumulada por la consultora demuestra que el desarrollo del liderazgo debe abordarse desde dos perspectivas complementarias: una individual, enfocada en las fortalezas personales y las necesidades organizacionales, y otra grupal, para fomentar una visión conjunta.
El trabajo en equipo se consolida como otra prioridad. Las empresas buscan que sus integrantes trabajen con un propósito común, sientan que su valor es reconocido y contribuyan al crecimiento organizacional.
Para desarrollar estas habilidades, las compañías prefieren metodologías experienciales, como simulaciones, análisis de casos y dinámicas grupales, con programas que suelen extenderse entre cuatro y diez meses.
Además del liderazgo, las empresas siguen demandando proyectos en áreas como selección de personal, outplacement, mejora continua, seguridad industrial, prevención de acoso y planes de igualdad.