Los expertos en recursos humanos coinciden en que la flexibilidad será la clave del entorno laboral de 2025. Con el auge del modelo híbrido, la posibilidad de trabajar solo cuatro días a la semana y la protección del derecho a desconectar, el trabajo flexible ha llegado para quedarse. A continuación, exploramos cómo estos cambios impactan positivamente a los equipos internacionales.
El modelo híbrido, la nueva norma
En 2024, muchas empresas intentaron que sus empleados regresaran a la oficina a tiempo completo, pero la demanda de horarios flexibles fue la que dominó las preferencias de los trabajadores. Esto ha hecho que el modelo híbrido se afiance como una de las características clave de los espacios laborales en 2025.
Por ejemplo, en Brasil, la consultora Robert Half encontró que el 76% de los trabajadores prefieren el modelo híbrido, mientras que un 38% buscaría otro empleo si su empresa exigiera un regreso total a la oficina. Investigaciones de Trip.com también han revelado que, en comparación con el trabajo presencial, el trabajo híbrido aumenta la productividad, mejora la satisfacción laboral y reduce la rotación de personal en un 35%. Esto no solo contribuye a un ambiente de trabajo más saludable, sino que también genera importantes ahorros, tanto en gastos de oficina como en transporte.
Además, un estudio realizado en el Reino Unido en 2023 mostró que el 66% de los empleados notaron mejoras en su salud mental al adoptar el modelo híbrido. Para los equipos internacionales, los horarios flexibles y el trabajo asíncrono optimizan la colaboración a través de distintas zonas horarias, mejorando tanto la productividad como el bienestar de los empleados expatriados, quienes experimentan menos estrés en sus roles.
La semana laboral de cuatro días: un cambio prometedor
La semana laboral de cuatro días también está ganando terreno y se perfila como una de las grandes tendencias de 2025. Aunque aún existe cierto debate sobre su viabilidad, los beneficios para la salud y el rendimiento de los empleados son cada vez más evidentes.
Un estudio piloto de la ONG “Semana de 4 días” reveló que, con la reducción de jornada, el 72,8% de los empleados experimentaron menos agotamiento frecuente, el 49,6% mejoró la calidad de su sueño y el 43,6% aumentó su actividad física. Solo un pequeño 2,5% manifestó no querer adoptar este modelo de trabajo en su empresa.
Sin embargo, no todo es tan sencillo. Sectores con plazos estrictos, como los despachos de abogados, podrían enfrentar desafíos al adoptar la semana de cuatro días. Las empresas deben ser conscientes de la necesidad de reorganizar flujos de trabajo para mantener la productividad sin sobrecargar a los empleados.
La Generación Z y el derecho a desconectar
En 2025, la Generación Z representará alrededor del 25% de la fuerza laboral global. Esta generación, que valora la transparencia, la inclusión, la salud mental y la flexibilidad, está liderando la demanda de un derecho fundamental: el derecho a desconectar.
Este derecho, que ya está legislado en varios países como Australia y muchos de Europa, prohíbe a los empleadores contactar a los empleados fuera de su horario laboral, permitiéndoles ignorar correos electrónicos, mensajes y llamadas hasta su próximo turno. Las empresas con presencia internacional deben estar al tanto de las leyes locales para evitar consecuencias legales y reputacionales. Implementar esta política no solo protege la vida privada de los empleados, sino que también fortalece la confianza y reduce el estrés laboral.
Conclusión: la flexibilidad laboral como clave para el futuro
El trabajo flexible no solo mejora el bienestar y la motivación de los empleados, sino que también incrementa la productividad y facilita la retención del talento. Con modelos híbridos, semanas laborales de cuatro días y el derecho a desconectar, las empresas globales tienen la oportunidad de gestionar equipos más eficientemente a través de diversas zonas horarias y culturas, siempre y cuando respeten las regulaciones locales y las necesidades específicas de cada mercado. La flexibilidad laboral, sin duda, será la gran protagonista en 2025.